martes, 27 de octubre de 2009

¡Cómo he gastado en tarugadas!

El otro día que estaba escombrando mi cuarto tratando de discernir que llevar y que no ahora que pienso mudarme por tiempo indefinido, me dí que cuenta que ¡Ah, como he gastado en tarugadas! Que si la tenaza caliente, que si la de aire, la gruesa y la delgada, que la plancha de pelo y el cepillo... y todo eso jamás lo uso porque soy muy floja para hacerme peinados elaborados. Y luego están los zapatos, botas y estiletos de tacón muy alto, que me compré para verme muy sexy pero que jamás me pongo porque siempre prefiero algo más cómodo (o sea, cero sexy). Además está la ropa que compré alguna vez para "ocasiones especiales" que nunca llegaron o si llegaron no fueron tan especiales como para estrenar, y el resultado es un montón de ropa que ya ni siquiera puedo usar porque ¡ya hasta pasó de moda!
Y ya ni hablemos de accesorios, montones de collares cuando yo jamás uso collar, minifaldas que tampoco uso porque siempre hace demasiado frío para mi gusto... y bufandas, pañuelos, cinturones... vestidos...
Creo que será uno de mis propósitos para el próximo año: ¡Ya no gastar en tarugadas!
Arrivederci