Entre los muchos malentendidos que se generan entre hombres y mujeres, uno muy común es el que se refiere a la sensibilidad. Muchas mujeres dicen que quieren hombres sensibles, muchos hombres entienden que queremos hombres llorones.
Seguro J. es uno de esos, porque en las pocas pláticas que tuvimos tras reencontrarnos después de 15 años, en cada una de ellas me contó por qué y cuándo y cómo había llorado: "Me dijo que ya no me quería... y me puse a llorar" "Y entonces ví la cara de mi hija... y me solté llorando" "Estaba pensando en lo que que había pasado... y lloré" . Definitivamente no pude tolerar más pláticas de ésta índole y empecé a evitar sus llamadas, visitas y similares. Seguramente, lloró por eso también.
Otro Drama Queen que tuve la suerte de conocer (suerte, porque hasta la fecha me hace reír recordarlo) es F. F. creía firmemente que era un buen modo de conquista mostrar sensiblidad. Era tal vez apenas la segunda cita cuando con lágrimas en los ojos me contó cierta conversación telenovelera con su papá, el cual, por supuesto, no lo quería y no lo comprendía. El momento más divertido fue cuando "comparé" notas con otra amiga que también había salido con él: Sí, adivinaron, el mismo "modus operandi": llorar.
Chicos: No queremos que lloren. No es atractivo un hombre que llora más que nosotras. No se crean todas esas leyendas urbanas sobre "lo que las mujeres queremos". Ver a un hombre en ese estado es igual de molesto para nosotras como para ustedes cuando una mujer llora histérica.
Arrivederci
