martes, 11 de febrero de 2014

Propósitos de Año Nuevo

No sé ustedes pero yo soy de esas personas que escribe con gran entusiasmo y renovada convicción sus propósitos de año nuevo a finales de diciembre, y sufre angustia y culpa durante los siguientes doce meses, viendo el pasar del tiempo consciente de que no ha hecho ningún avance para cumplirlos.

Ahora está empezando el segundo mes del año, y no tengo la más remota idea que pasó con enero ¿a dónde fue? ¿en verdad duró largos 31 días?  ¿qué hice durante esas más de cuatro semanas?

Sí, me llamo Sandra, y mi pecado es la procrastinación.



Dicen los que saben que la razón detrás de la procrastinación es un afán de perfeccionismo. Una preocupación tal por hacer las cosas bien, que no te decides a hacerlas hasta estar convencid@ de que tienes todas las herramientas y elementos necesarios para obtener el resultado perfecto. Pero todos sabemos que nunca es el momento perfecto. Que hay que tomar el toro por los cuernos y hacer las cosas de una buena vez, esperando que todo salga bien.


Así que hoy, después de leer un par de blogs muy inspiradores he decidido tomar las riendas en el asunto, empezando por enfocarme en mi más importante propósito, al que llamaría no sólo parte de mi profesión, sino mi mayor pasión: la escritura. ¿y qué mejor medio que este blog?

Una de las cosas que más lamenté el año pasado fue tenerlo tan abandonado. No tengo ninguna razón válida para ello, mas que la decidia y la apatía. 

El plan es el siguiente: escribir todos los días, sin falta, durante 30 días. No importa el tema, no importa la extensión, no importa la calidad o la nula trascendecia del resultado, sólo importa el forjar el hábito.



Se dice que crear un hábito lleva 21 días. Que durante 21 días te costará lo indecible, que odiarás el esfuerzo, que te lamentarás y cuestionarás por qué diablos haces lo que haces, que parirás chayotes, pero que al final obtendrás el resultado deseado: será parte de tu rutina, será fácil, será incluso una necesidad.

Así que con la mira puesta en ese anhelado día y con la ilusión de disfrutar el proceso y no sólo el resultado, aquí vamos.

RetoDía1


Arriverci