viernes, 19 de septiembre de 2014

Buscando tesoros





Llevaba días sintiendo la imperiosa necesidad de ir a la librería a comprar algo.
Sí, eso me pasa. Esa necesidad la siento con frecuencia.
No puedo ir a una plaza sin que mis pies se dirijan a alguna tienda de libros.
No puedo ir al súper sin pasar por el pasillo de libros a ver si hay de casualidad algún tesoro.

Estuve tentada entre La ladrona de libros, Vuelven y La hija del sepulturero.

Por alguna extraña razón no me interesó comprar ninguno Chick Lit ni novelas románticas. A pesar que me encantan muchos libros de esos géneros, tengo ganas de leer algo diferente.
Por muy divertidos que sean, sus alcances son muy limitados. 
Quiero algo más profundo, más intenso, que me sacuda, que me haga reflexionar, que me tenga pensando en su historia y personajes por semanas y semanas....y con un poco de suerte, que me impacte tanto que me de una nueva visión y cambie alguna que ya esté oxidada...

Porque para mí eso es lo que define un buen libro: que no te deje indiferente, que sientas que algo cambió dentro de ti, que no eres la misma personas antes y después de leerlo. Pero abundaré en este tema en otro post.

Me pasa lo mismo que con la comida. Me emociona cada que voy a un restaurante y como algo totalmente nuevo, un sabor que no identifico porque nunca lo había probado... es como sacarme la lotería.



Así que salí feliz al final con esta adquisición que espero sea buena:





Si tienen alguna recomendación de lectura, de esas que te cambian para siempre, ¡bienvenida!

Arrivederci

Reto Día 13