domingo, 19 de mayo de 2013

El club de las mujeres desesperadas


¿Se han dado cuenta que muchas muuuuchas mujeres están dispuestas a pepenar lo que sea? No les importa que tantos defectos tenga el hombre en cuestión, siempre y cuando sea hombre y esté dispuesto a darles una boda, y a veces ni eso, a veces sólo migajas de su afecto, lo que les sobra (como es el caso de todas las que andan con casados).

A mí siempre me ha intrigado este comportamiento femenino porque es muy común. ¿Por qué tantas mujeres tienen una autoestima tan pobre? Y como diría Anamar  Orihuela: ¿Porqué tienen esa desesperada hambre de hombre?
Veo a amigas y conocidas todo el tiempo peleando hombres que no valen la pena, y haciendo esfuerzos por ser "dignas" del afecto de tipos mujeriegos, patanes, vividores, viciosos, manipuladores, insensibles... y demás linduras.

Estas mujeres claramente sienten que su valor personal depende de tener a un hombre al lado. Cualquier hombre. Si no lo tienen se sienten incompletas, poco valiosas, por lo que no descansan hasta ser "la mujer de..."

Los hombres, por otro lado, en términos generales no padecen de esta enfermedad. ¿por qué? Bueno, tengo una teoría (como siempre).

Yo creo que, como casi todo, es un problema cultural. En un mundo dominado por hombres desde hace milenios, la equidad no es la norma, y los medios demuestran esto tratando siempre de forma muy diferente a hombres y a mujeres.
Existe una clara presión para que seamos perfectas. Debemos pintarnos las canas, debemos comprar los videos de ejercicios "vientre plano" para atrevernos a usar bikini en la playa, debemos usar fajas, debemos usar cremas para no tener arrugas, debemos lucir siempre jóvenes y  gastar una fortuna en esconder nuestras imperfecciones; debemos ser buenas madres, buenas esposas, pero también debemos ser buenas profesionistas, cocineras, vecinas, amigas...
Por supuesto que esto tiene lógica en un sistema consumista, decirle a la gente "está bien ser como eres" no se va a traducir en ganancias económicas para las marcas. Deben fomentar una perpetua insatisfacción para que así de perpetuo sea nuestro despilfarro...
El problema es que no es igual en el caso de los hombres. Sí, también deben ser exitosos y demás, pero no existe ni remotamente la clase de presión que se presenta en el caso de las mujeres.

Y lo peor de esto es que los estándares de calidad en el mercado del ligue bajan. Los hombres no tienen que esforzarse por ganarse a las mujeres, no tienen que hacer nada (ni ser amables, ni caballerosos, ni siquiera fieles) para tener mujeres de donde escoger.
Y la pregunta del millón es... ¿qué diablos les pasa chicas? En serio, esa actitud no es buena para nadie, porque al final no se traduce en relaciones bonitas, felices, duraderas. Se traduce en una transacción de necesidades, que no tiene que ver con el amor.
Yo creo que más vale solas que mal acompañadas.

Arrivederci

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