jueves, 18 de diciembre de 2014

La flojera de pensar





Acabo de tener un momento sublime. De esos que te marcan, que te sacuden, que te hacen reflexionar, analizar el mundo, tus creencias, las posibilidades, el miedo a lo desconocido, la ignorancia humana, el futuro...

Vi la película Transcendence.



La trama es una joya de la filosofía, del futuro distópico, de la tecnología, sin dejar de cumplir con su función de entretenimiento. Y lo mejor fue el final. Ya saben, un mal final te puede arruinar una película hasta ese momento perfecta. Tenía miedo que esa fuera el caso pero no, el final me sorprendió y me encantó.
Y los planteamientos del filme son de lo más interesantes:
¿Podemos probar nuestra conciencia? ¿Qué vale más, salvar a la humanidad de sí misma, o mantener nuestro libre albedrío a costa del planeta mismo? ¿Que tan ético es TRASCENDER artificialmente? ¿Dónde está la línea que no se debe cruzar? ¿Cuál es el fin último? ¿Hay cosas que son más importantes que la vida misma?

Además un excelente elenco: Johnny Depp y Morgan Freeman.

Cuando acabó la película, corrí, como acostumbro, a ver las críticas y comentarios en internet, esperando encontrar muchos otros emocionados como yo. Que puedan ver lo que yo veo.
Pero lo que me encontré en un 90% fue el mal que aqueja a las masas: La flojera de pensar. Y esta flojera deja como resultado que no entendieran ni pizca de la trama, del final, de la intención y de los cuestionamientos filosóficos. Eso es deprimente.

Vivimos en la cultura del mínimo esfuerzo.
Te venden aparatos para que puedas "adelgazar" sentado viendo televisión.
Te doblan las películas para que no tengas que tomarte la molestia de leer subtítulos (aunque con ello arruinen buena parte de la intención y el contenido real de los diálogos).
Te venden audiolibros para que "leas" mientras haces otras cosas.
Te venden "comida" congelada que está lista en 2 minutos.

Y te aturden los sentidos con ruido superficial para que no veas lo que hay debajo.

Lo mismo sucede en el cine. Hoy en día tenemos esta ola de películas de ficción, saturadas de efectos especiales, trepidantes, ruidosas y superfluas, con maravillosos visuales pero pésimos guiones. Y no digo que no deban existir, son entretenimiento (aunque agradecería que le vuelvan a poner interés a los guiones porque cada vez están peor).

El problema es que mucha gente se adapta a eso, a ver las cosas a nivel superficial, sin ni siquiera pensar si hay un significado de fondo, esto mayormente porque se han acostumbrado a QUE NO HAY un significado de fondo. Te lo dan todo digerido, "peladito y en la boca".
Eso por supuesto facilita que el mensaje quede claro: ESTO ES LO QUE ES Y ASÍ ACÉPTALO.

Pocas son las películas que buscan hacerte reflexionar. Sacar tus conclusiones. DECIDIR. 

Y esta flojera de pensar siempre me saca de quicio. Como cuando una amiga se quejó sobre una película: "Me aburrió porque hablaban y hablaban y entonces tenía que leer mucho...".

O los comentarios de Transcendence en algunos sitios web: "Hubiera preferido que fuera más corta y con más acción".

Aunque bueno, tal vez todo se resuma a que no es una película para todos, pero para mí resulta visionaria y definitivamente de culto, como alguien dijo por ahí.


Si sólo te gusta la ciencia ficción tipo La guerra de los Mundos, o Transformers, ni te acerques.

Si te gustan los filmes que cuestionan el statu quo y te hacen pensar, veéla.



Perdurable. Trascendente.



Arrivederci


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