viernes, 8 de marzo de 2019

Por qué el Día de la Mujer no es una celebración






Año con año, cada que llega el 8 de marzo y "los festejos" proliferan en los medios de comunicación y en las redes sociales, aparecen las voces de hombres (y de algunas mujeres) quejándose de que por qué no se celebra el Día del Hombre como se celebra el Día de la Mujer. 

Tendrían la razón en su planteamiento, si el Día de la Mujer fuera una celebración, como lo es el Día de San Valentín o el Día de la Madre. Pero el Día de la Mujer no es una celebración. No salimos a las calles a festejar el hecho azaroso de haber nacido con dos cromosomas X. No. Salimos a las calles a protestar por la inequidad de género en que aún vivimos. 
En realidad debería llamarse Día Internacional por los Derechos de la Mujer.



No esperamos que el 8 de marzo nos regalen flores y chocolates como en nuestro cumpleaños, lo que buscamos es que no nos maten, no nos acosen, no nos secuestren, no nos discriminen.
Buscamos que la sociedad y las leyes traten a las mujeres en igualdad de derechos, y no como ciudadanos de segunda. Buscamos sentirnos libres, como los hombres. 



Queremos que la cultura popular deje de retratarnos como objetos para el entretenimiento masculino, y deje de juzgarnos con un doble rasero. Soñamos con tener las mismas oportunidades, y recibir el mismo respeto.

El Día Internacional de la Mujer se conmemora desde 1975, con el fin de hacer un balance de los avances, y recordar el camino que aún falta por recorrer, que por desgracia, todavía es muy largo, y en todos los ámbitos.

Arrivederci

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